Semana 9
En la mañana estaba pensativo como siempre, esta vez esperando muy atentamente a que empezara la segunda clase de la materia de investigación social. Me sentía mucho mas confiado, ya que en el escrito que había hecho había dejado todos mis sentimientos y mis mayores preocupaciones sobre la clase y sobre mí mismo.
Empezando la clase el profesor nos saluda y prosigue a leer sobre los escritos que nosotros los estudiantes habíamos redactado. Por lo que había oído el profesor iba a escoger los escritos que iba a leer de manera aleatoria, pero a mi parecer escogió los que estaban de primeras, igualmente a mi no me importó ya que estaba confiado por mi escrito, consideraba que estaba bien redactado y era original. Una compañera del curso comenzó a leer mi texto, sin embargo, poco a poco empecé a notar pequeños errores, como una coma o una palabra repetida o incluso falta de letras. Estuve pensando si es que estaba muy cansado como para haber tenido esos errores, luego eliminé ese pensamiento de mi cabeza y seguí con la clase. A el profesor le gustó, al parecer, entonces me puse feliz por mi manera de contar una historia.
Poco después encontré un tema interesante de la clase, dos brazos y una cabeza era gigante, ni mis ocho ojos alcanzaron a ver lo que era exactamente era muy espelúznate, por suerte no me vio, quise correr, pero sentí un gran coraje así que ataqué a esta entidad, salté como más no podía e incrusté mi veneno en él, todo pasó muy rápido, y me empujó hacia el piso, sufrí demasiado, pero pude esconderme rápidamente. Me sentí aliviado, me vengué de lo que ocasionó mi destrucción.
Pasan los días y sigo escondido, cambié de lugar constantemente, pero mantengo encontré uno muy acogedor se encontraba arriba, era muy oscuro y con poco espacio, justo como me gusta, venían presas hacia mis telarañas, era todo perfecto. Me sentía como si tuviera una nueva vida, todo era espectacular, el único problema era convivir con esas criaturas gigantes, me aterrorizan. Aunque, por otro lado, debido a lo que yo causé siento que también les tengo miedo y la verdad me siento orgullosos y aliviado por eso.
Después de pasar tantos días escondido, el tiempo se me paraliza, ya no sé qué hacer, empiezo a sentir que todo se repite y se repite, necesito salir y afrontar mis miedos afrontar aquello que no me deja vivir en paz. No obstante, esta vez sin atacar seré alguien pacifico sin dañar a ningún ser, creo que esa es la mejor manera de enfrentar algo que odias, encontrar los lados positivos del mal.
El profesor nos cuenta una historia al respecto para luego leer sobre ello. Leímos que existía un profesor que renunció a su profesión ya que sus estudiantes no escribían del todo bien, dicho profesor contaba su opinión al respecto y cómo se sentía tan decepcionado. Nuestro profesor nos mostró varios ejemplos de escritura de los estudiantes que hicieron que su profesor renunciara. Lo cual me llevó a pensar ¿acaso es tan importante la escritura para que una persona renuncie a un logro que siempre quiso en su vida y que ame hacer?, si es que en realidad dicho profesor amaba lo que hacía, es decir; ¿es tan importante como para quitarle una pasión a otra persona? Me preocupó un poco y me hizo reflexionar al respecto.
Salí de día, con mucha determinación y esperando lo mejor, pero al parecer ya no había nada ni nadie, tal vez los ahuyenté, me sentí terrible, no pensé que llegaría a este punto fue muy inesperado, me quedé quieto sin saber qué hacer por mucho tiempo, solo miraba el alrededor y reflexionaba cómo cambiaban las cosas una y otra vez sin que yo tuviera el control, todo a mi alrededor es diferente, ser diferente es el rechazo de este mundo. Pensé todo el día, estaba paralizado, luego escucho sonidos demasiado fuertes, y me encontré con estas criaturas gigantes, volvieron, tal vez reflexionaron sobre los miedos, tal y como yo lo hice, sentí mucho alivio, pero en poco tiempo hay algo encima mío y veo una luz espeluznante.
Para mí fue importante estar acompañado de los seres queridos, porque nos sentimos apoyados en ese difícil momento que vivimos, pero a pesar de eso sentía que no era suficiente porque el duelo y la falta de la persona es más fuerte. Por otro lado, ese dolor convive con nosotros a lo largo de nuestras vidas, porque la persona ya no está.
Recibí y atendí muchos consejos en esos momentos, como hacer actividades que me ayudaran a continuar y solventar el dolor. Las cuales hice y me sirvieron, consiguiendo poco a poco entrar en la rutina diaria; busqué no pensar mucho en la ausencia de mi abuela y acepté recibir llamadas de mis amigos para no sentirme solo en esta situación.
Son momentos difíciles que nos ayudan a reflexionar sobre muchos aspectos de la vida; situación que uno la ve después de tener momentos o espacios para pensar más calmadamente. Al mirar atrás puede apreciar el cariño de muchos seres queridos que me acompañaron y que me dieron fuerzas para pensar en ella de un modo de festejo por hacer parte de mi vida, así como aquellos momentos bonitos que pude compartir con ella; acepté que su vida tuvo un propósito y sus recuerdos me ayudan a seguir adelante en el camino que ella siempre me aconsejó; se me fue, pero la recordaré por siempre.
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