Semana 2
En la
mañana estaba pensativo como siempre, esta vez esperando muy atentamente a que
empezara la segunda clase de la materia de investigación social. Me sentía mucho
mas confiado, ya que en el escrito que había hecho había dejado todos mis
sentimientos y mis mayores preocupaciones sobre la clase y sobre mí mismo.
Empezando
la clase el profesor nos saluda y prosigue a leer sobre los escritos que nosotros
los estudiantes habíamos redactado. Por lo que había oído el profesor iba a
escoger los escritos que iba a leer de manera aleatoria, pero a mi parecer escogió
los que estaban de primeras, igualmente a mi no me importó ya que estaba
confiado por mi escrito, consideraba que estaba bien redactado y era original.
Una compañera del curso comenzó a leer mi texto, sin embargo, poco a poco
empecé a notar pequeños errores, como una coma o una palabra repetida o incluso
falta de letras. Estuve pensando si es que estaba muy cansado como para haber
tenido esos errores, luego eliminé ese pensamiento de mi cabeza y seguí con la
clase. A el profesor le gustó, al parecer, entonces me puse feliz por mi manera
de contar una historia.
Poco
después encontré un tema interesante de la clase, dos brazos y una cabeza era
gigante, ni mis ocho ojos alcanzaron a ver lo que era exactamente era muy
espelúznate, por suerte no me vio, quise correr, pero sentí un gran coraje así
que ataqué a esta entidad, salté como más no podía e incrusté mi veneno en él,
todo pasó muy rápido, y me empujó hacia el piso, sufrí demasiado, pero pude
esconderme rápidamente. Me sentí aliviado, me vengué de lo que ocasionó mi
destrucción.
Pasan los
días y sigo escondido, cambié de lugar constantemente, pero mantengo encontré
uno muy acogedor se encontraba arriba, era muy oscuro y con poco espacio, justo
como me gusta, venían presas hacia mis telarañas, era todo perfecto. Me sentía
como si tuviera una nueva vida, todo era espectacular, el único problema era
convivir con esas criaturas gigantes, me aterrorizan. Aunque, por otro lado,
debido a lo que yo causé siento que también les tengo miedo y la verdad me
siento orgullosos y aliviado por eso.
Después de
pasar tantos días escondido, el tiempo se me paraliza, ya no sé qué hacer,
empiezo a sentir que todo se repite y se repite, necesito salir y afrontar mis
miedos afrontar aquello que no me deja vivir en paz. No obstante, esta vez sin
atacar seré alguien pacifico sin dañar a ningún ser, creo que esa es la mejor
manera de enfrentar algo que odias, encontrar los lados positivos del mal.
El profesor nos cuenta una historia al respecto para luego leer sobre ello. Leímos que existía un profesor que renunció a su profesión ya que sus estudiantes no escribían del todo bien, dicho profesor contaba su opinión al respecto y cómo se sentía tan decepcionado. Nuestro profesor nos mostró varios ejemplos de escritura de los estudiantes que hicieron que su profesor renunciara. Lo cual me llevó a pensar ¿acaso es tan importante la escritura para que una persona renuncie a un logro que siempre quiso en su vida y que ame hacer?, si es que en realidad dicho profesor amaba lo que hacía, es decir; ¿es tan importante como para quitarle una pasión a otra persona? Me preocupó un poco y me hizo reflexionar al respecto.
Salí de
día, con mucha determinación y esperando lo mejor, pero al parecer ya no había
nada ni nadie, tal vez los ahuyenté, me sentí terrible, no pensé que llegaría a
este punto fue muy inesperado, me quedé quieto sin saber qué hacer por mucho
tiempo, solo miraba el alrededor y reflexionaba cómo cambiaban las cosas una y
otra vez sin que yo tuviera el control, todo a mi alrededor es diferente, ser
diferente es el rechazo de este mundo. Pensé todo el día, estaba paralizado,
luego escucho sonidos demasiado fuertes, y me encontré con estas criaturas
gigantes, volvieron, tal vez reflexionaron sobre los miedos, tal y como yo lo
hice, sentí mucho alivio, pero en poco tiempo hay algo encima mío y veo una luz
espeluznante.
Para mí fue
importante estar acompañado de los seres queridos, porque nos sentimos apoyados
en ese difícil momento que vivimos, pero a pesar de eso sentía que no era
suficiente porque el duelo y la falta de la persona es más fuerte. Por otro
lado, ese dolor convive con nosotros a lo largo de nuestras vidas, porque la
persona ya no está.
Recibí y
atendí muchos consejos en esos momentos, como hacer actividades que me ayudaran
a continuar y solventar el dolor. Las cuales hice y me sirvieron, consiguiendo
poco a poco entrar en la rutina diaria; busqué no pensar mucho en la ausencia
de mi abuela y acepté recibir llamadas de mis amigos para no sentirme solo en
esta situación.
Son
momentos difíciles que nos ayudan a reflexionar sobre muchos aspectos de la
vida; situación que uno la ve después de tener momentos o espacios para pensar más
calmadamente. Al mirar atrás puede apreciar el cariño de muchos seres queridos
que me acompañaron y que me dieron fuerzas para pensar en ella de un modo de
festejo por hacer parte de mi vida, así como aquellos momentos bonitos que pude
compartir con ella; acepté que su vida tuvo un propósito y sus recuerdos me
ayudan a seguir adelante en el camino que ella siempre me aconsejó; se me fue,
pero la recordaré por siempre.
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